Premiación XXOQDF

Premiación XXOQDF
David Yafté Díaz-Sánchez, Premiación XX OQDF

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Chale, algo para pensar y darse de topes en la pared

Aquí ando, su confidente, su compañero, su amigo, ese soy yo. La entrada de hoy no es una más sobre mi tema favorito, química, no; esta vez usaré mi blog para invitarlos a hacer una reflexión acerca de cuestiones que como alumno te sacan de onda. Bien comenzaré diciendo que hace dos semanitas maso se llevó a cabo la semana de evaluación en el IPN. A diferencia de otros semestres, ahora si me preparé, recabé mis evidencias de aprendizaje (una sarta de papeles que venderé por kilo en cuanto ya no me sirvan) estudié para mis exámenes, e hice todas esas cosas debidas que nunca antes había hecho queriendo, esperando salir bien en mi parcial para no tener problemas al final del semestre con mis calificaciones.
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Pero durante esa semana, se llevó a cabo la semana de selección de los cuatro integrantes de la delegación mexicana que va a participar en la Olimpiada Iberoamericana (le llamaremos "la ibero"). Cuando me enteré de esta coincidencia de fechas, me apuré a tramitar oficios, recabar las firmas de mis profesores y hacer esa patrañeria necesaria de lo que se conoce como burocracia. Y me fui tranquilo a C.U. a aplicar mis "cuestionarios", pues tenía muchas posibilidades de figurar dentro de la selección.
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Justo al terminar las pruebas, me enfermé seriamente y la enfermedad no me permitía levantarme de mi cama, así que sin otra opción me quedé guardado en su humilde casa de todos ustedes sin hacer nada, en stand by, lo cual me irritaba, irritación que creció más al saber que no estaba en la lista de los integrantes de la selección mexicana. No me importaba mucho, me dolió muchísimo más no haber ido a Japón, además de que el hecho de que la ibero va a ser en la facultad de química me desmotivaba en cierto sentido.
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Ahora, ya estoy en la voca, de nuevo entrando a todas mis clases y fingiendo esa academicidad .
necesaria para que un alunmo sea bien visto. No es que no me agrade, es el hecho de que la encuentro vacia, hueca, llana y sin sentido, ¿de qué sirve tener aplatanadas a cuarenta personas en un salón cuando pueden dar más de ellos en las canchas, en la biblioteca, en los laboratorios o en las oficinas? No lo se, me esfuerzo por hacerme el de la vista gorda, así resuelvo el problema. Entre todo eso, reviso mis calificaciones y tengo emociones encontradas al videear que tengo cinco materias en extraordinario directo, cuatro más con calificaciones cuyos limites son 1-3 y una solitaria materia, química, la única que pasé, y eso con 6.
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Estoy consciente de que merecía reprobar las otras 9, por faltas físicas y no cognitivas, pero pienso en esta última asignatura; ¡¿cómo es posible que representando a la escuela y al D.F. en esta ciencia, haya panzado solo por no haber entregado el la fecha dicha un par de esquemitas y un montón de resúmenes que me sé de memoria pero que no me lo aceptaron ya que no reciben trabajos en formato sinapsoidal?! Bueno que me quejo, el IPN es como el perro que muerde la mano de quien le da de comer, así ha sido siempre. Ahora ellos dicen que prefiero la UAM o la UNAM, y ciertamente he de decir que estoy tan orgulloso de ser politécnico como lo estoy de haber tomado clases en estas dos grandes universidades. Me ven feo porque la UNAM firma mis constancias, porque la Sociedad Química de México me invita a congresos y a ellos no, porque a pesar de que soy el alumno que más participa en los eventos académicos, tambien soy uno de los que más faltan.
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Los profesores me corren de sus clases, pero no por ser desmadroso, sino porque por ejemplo, en física pregunto cuales son los efectos de una onda de choque provocada por un objeto que viaja más rápido que la luz, como en el efecto Cherenkov, o en química si digo que es posible oxidar una cetona mediante la reacción de Baeyer-Villiger, o en biología si comento algo relacionado a la vida sintética y los trabajos de Craig Venter. Me pregunto porqué me corren, pero la respuesta es obvia, y no puedo hacer nada para cambiar las cosas, la humildad no implica cambiar tus posturas.
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La opción más viable es sobrevivir este año, adaptarme como dice mi estimado amigo Darwin el mono, desechar lo que no uso, como decía mi compañero de tragos Lamarck, provocar catastrofes y salir de ellas, como lo dice mi cuate Cuvier y llevar una postura vitalista al igual que Nietzsche... O a ver que otra cosa se me ocurre ven el camino.

3 comentarios:

  1. D:.... Suele pasar. A veces, es más importante, y mucho más triste doblegarse ante un profesor o institucion, aunque sepas que tienes más conocimiento o razón. Te lo digo por experiencia. Saludos!

    PD: Baeyer-Villiger es la onda!

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  2. Sip, yo tambn he tenido esa experiencia, pero, ¿no es momento de decir ¡BASTA!?

    Saludos.

    Seeeee... es la onda...

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  3. Eso mismo me pasa en la UADY, aquí en Yucatán estudiando Lic en Química, he aprendido que si los maestros dicen una cosa y yo se que es otra lo mejor que puedo hacer es ignorarlos y ver que arruinen la enseñanza de otros. Es triste porque si preguntas de más te mandan al baile sino los maestros tus mismos compañeros que no quieren salir de la mediocridad para no estudiar "de mas" , te evaden diciendo que tu lo busques o "es que así pasa" pero así es la vida y ni modo, hace poco tuve que pelear con una maestra que decía que moles por mililitro son milimoles ¬¬ una estupidez que no podía dejar pasar y aunque me gaste la garganta 15 minutos no logré que viera su error y quede frustrada y con cara de espanto el resto del día...

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